Cómo impulsar la grandeza energética de América del Norte
Columna de opinión por François Poirier publicada en The Wall Street Journal el 3 de febrero de 2025Mientras Canadá, México y Estados Unidos debaten disputas comerciales, no deben perder de vista una oportunidad unificadora vital.
Aunque los aranceles dominan los titulares en toda América del Norte, debemos recordar una importante oportunidad económica que puede unir a EE.UU., Canadá y México: liberar nuestro potencial energético. En TC Energy, la única empresa de transporte de gas natural con activos en los tres países, sabemos que, más allá de la política y el ruido de una “guerra comercial,” la energía es nuestro terreno común. Esa fortaleza colectiva en energía nos da oportunidad para expandir nuestras economías, avanzar en la seguridad nacional y reducir las emisiones globales.
En años recientes, el panorama energético global ha cambiado drásticamente, en gran medida de un modo que beneficia a América del Norte si las naciones están dispuestas a actuar. La invasión de Rusia a Ucrania en 2022 marcó un punto de inflexión para los mercados energéticos y los gobiernos. En poco tiempo, las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de EE.UU. a Europa se duplicaron. Esa nación debe sentirse orgullosa de su dominio energético a nivel internacional.
La oportunidad para que Canadá y México sigan este ejemplo está cerca. Si bien actualmente EE.UU. no cuenta con instalaciones de exportación de GNL en la Costa Oeste, se espera que Canadá comience a exportar GNL desde Columbia Británica más adelante este año. Los envíos desde la Costa Oeste de México —provenientes de la Cuenca Pérmica en el suroeste estadounidense— están programados para 2026.
Sin embargo, el panorama energético de América del Norte también enfrenta desafíos. En TC Energy, transportamos aproximadamente el 30% del gas natural consumido en América del Norte, y nuestros gasoductos están casi al límite con entregas récord a plantas de energía el último trimestre. La demanda aumenta en todo el continente, y es probable que se acelere aún más dado el anuncio del presidente Trump sobre inversiones significativas en infraestructura de centros de datos de inteligencia artificial. Claramente, se necesitará mayor capacidad de gasoductos.
Mientras que EE.UU. ha tenido éxito en construir suficiente capacidad de exportación para convertirse en el mayor exportador de GNL a nivel mundial, Canadá es nuevo en el comercio internacional de GNL fuera del continente. La falta de acceso de Canadá a mercados distintos de EE.UU. ha permitido que los estadounidenses adquieran energía canadiense con descuento, en comparación con los precios en otros lugares. Canadá ha proporcionado a EE.UU. suministros de petróleo y gas natural confiables y asequibles durante décadas. Ottawa habría estado mucho mejor posicionada para manejar negociaciones comerciales en general —y ser menos dependiente de EE.UU. específicamente— si los proyectos de GNL u otra infraestructura de exportación hubieran estado en funcionamiento hace años.
No obstante, el sector emergente de GNL de Canadá puede ayudar a avanzar en la seguridad energética en Asia y reducir la dependencia de la región en las importaciones de gas ruso—lo que apoyará los esfuerzos de EE.UU. para interrumpir la influencia de Rusia. Si bien EE.UU. ha logrado expandir sus ventas en Europa con relativa facilidad, el envío hacia Asia es mucho más complicado. La mayoría de los envíos de GNL desde la Costa del Golfo hacia Asia deben viajar aproximadamente 20 días a través del Canal de Panamá, en comparación con los aproximadamente 10 días que llevará desde la Costa Oeste de Canadá. Además, las condiciones de sequía están causando cuellos de botella en esta vía, destacando la importancia estratégica de las rutas de envío directas.
A medida que EE.UU., Canadá y México buscan resolver cuestiones graves relacionadas con la inmigración ilegal, las drogas, la seguridad nacional y la defensa, la unidad en torno a la energía será cada vez más importante. De acuerdo con la Administración de Información Energética de Estados Unidos, si siguen en su trayectoria actual, Canadá, Estados Unidos y México incrementarán su capacidad de exportación de GNL a más del doble para 2028. Por ahora, los aranceles estadounidenses pausados de un 10% sobre la energía canadiense refuerzan la urgencia de llegar a un acuerdo que beneficie a los consumidores de todo el continente. Un compromiso más sólido entre los líderes de América del Norte resultará útil.
El presidente Trump, la presidenta Sheinbaum y el próximo primer ministro de Canadá tienen una oportunidad histórica para unir las fortalezas de nuestras naciones, rediseñando las políticas energéticas en beneficio de los trabajadores, las comunidades y nuestra seguridad colectiva. Al trabajar juntos a lo largo de América del Norte y apoyar el libre flujo de energía en toda la región, podemos lograr seguridad energética, asequibilidad y confiabilidad de manera más efectiva que lo que haría cualquier país por sí solo.