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Gas natural: la clave del trilema energético en México

Última actualización el 16
La seguridad del sistema eléctrico nacional depende del suministro de gas natural, y esto seguirá siendo crucial en los próximos años.

El "trilema energético" es un concepto desarrollado por el Consejo Mundial de Energía en la década de 2010, que se refiere a la necesidad de equilibrar tres pilares fundamentales para lograr un sistema energético sostenible: seguridad energética, equidad energética y sostenibilidad ambiental.

Tres pilares del trilema energético:

  1. Seguridad energética: Garantizar la fiabilidad del sistema energético desde el suministro hasta la entrega final al usuario. Esto incluye la protección contra fenómenos climáticos, factores geopolíticos y cualquier otra disrupción en la demanda.
  2. Equidad energética: Asegurar que toda la población tenga acceso físico y económico a los recursos energéticos necesarios.
  3. Sostenibilidad ambiental: Minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, protegiendo así el medio ambiente y la salud pública.

Estos tres pilares están intrínsecamente relacionados y deben manejarse de manera equilibrada. El reto aparece cuando mejorar uno de estos aspectos puede afectar negativamente a los otros dos, por lo cual el equilibrio es esencial.

Para dar soluciones de energía necesitamos entender el trilemma energético global: existe un rezago en la atención de la demanda actual y sigue creciendo. Datos de la Agencia Internacional de Energía indican que la demanda global de energía crecerá un 25% para 2040.

En México, la demanda energética no es la excepción. El plan PRODESEN 2024-2038 estima que la tasa media de crecimiento anual de la demanda máxima del Sistema Eléctrico Nacional será de 2.4% en el escenario base para el año 2038. Esto refleja la necesidad de aumentar la capacidad de entrega, al tiempo que se deben reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera.

A corto plazo, hasta 2026, la CFE planea un aumento del 30% aproximadamente en la capacidad de las plantas de ciclo combinado alimentadas con gas natural, convirtiéndolas en la tecnología con mayor crecimiento. La seguridad del sistema eléctrico nacional depende del suministro de gas natural, y esto seguirá siendo crucial en los próximos años. Este combustible, más limpio en comparación con otros fósiles, emite entre un 45% y un 55% menos de CO2 que el carbón cuando se utiliza para generar electricidad, lo que lo convierte en una opción viable para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.

El gas natural es clave para afrontar el trilema energético en México. No solo garantizará una estabilidad en la producción de electricidad, sino que también servirá como un apoyo vital para las energías renovables. Debido a la intermitencia de estas últimas, históricamente ha sido necesario contar con otras fuentes de energía que ofrezcan un suministro continuo cuando las renovables no están operando. Este insumo proporciona una solución asequible, confiable y sostenible para el futuro energético de México.