El proceso del Gas Natural
Hay varias cosas que damos por sentado en nuestra vida: encender la estufa y que salga una llama para cocinar, o prender la regadera y esperar unos segundo para que el agua caliente esté lista para darnos un baño. Dos situaciones a las cuales no le damos muchas vueltas, pero que tienen su origen gracias al Gas Natural. Pero ¿Cómo es que esta fuente de energía está llegando cada vez a más hogares, comercios e industrias? Se trata de todo un proceso con diferentes partes y protagonistas que descubriremos a continuación.
Todo inicia con los llamados yacimientos, mismos que se encuentran repartidos por diferentes puntos geográficos del planeta. En ellos, se encuentra almacenado el gas natural, mismo que se formó hace millones de años gracias a la mezcla de materia orgánica, organismos vegetales y partículas areniscas. Aquí es donde se realizan las perforaciones para determinar la calidad y cantidad del gas natural almacenado, y establecer si es una reserva que vale la pena trabajar.
Una vez señalado el valor del gas, este es extraído del depósito a través de diferentes tecnologías, como pueden ser gasoductos o barcos especializados para esta encomienda. A través de estos ductos, mismos que deben cumplir con todos los estándares de calidad, seguridad e integridad (conoce más sobre sus características en el siguiente contenido: La forma más segura de transportar energía (tcenergia.com)) , el gas es transportado por diferentes regiones para finalmente llegar a su destino final o a plantas de licuefacción.
En el caso de las plantas, el gas se transforma en estado líquido para que sea más fácil su movilidad y almacenamiento, por lo que se le llama Gas Natural Licuado (GNL). Este GNL puede luego ser llevado a otros países y continentes a través de barcos especiales para llegar a instalaciones de regasificación, donde vuelve a su estado gaseoso, y es transportado a su vez por ductos a los consumidores finales.
Ya sea que pase por el proceso de regasificación o vaya directamente en los ductos desde los yacimientos, el gas puede pasar también a centrales de generación de energía, como las de ciclo combinado, mismas que explotan la energía térmica del gas a través de turbinas de vapor. De esta forma, se puede brindar energía a ciudades o poblaciones enteras, gracias a todo un proceso que es más seguro, eficiente, económico y medioambientalmente amigable frente a otras fuentes de energía.